Byron Rostran
"Relatos"
-Un accidente de Tránsito-
Mayo/12/2011—Solo se tomaron veinte minutos para comer algo antes de ir a la reunión a la cual asistiría él y sus dos hermanos. Cinco y media de la tarde—más de una hora antes— parecía perfecto para detenerse en una On the Run para picar algo; que tal un jugo, unas galletas, un combo de comida rápida, total, lo que fuera para calmar ese animal moribundo que empezaba a arañar las paredes del estómago a esa hora biológica ya establecida.
El día había transcurrido de lo más normal. Las labores terminaron, era un miércoles más. O quizás, el día no había transcurrido no era normal, las labores no habían terminado y peor aún, este no era un miércoles más.
Treinta minutos después se pensó si hubiera sido mejor haberse desviado para ir hacer algo que tenían pendiente en la oficina, pero no fue así. —Aunque se hubiera perdido mucho tiempo por el tráfico de esa hora en la ciudad—. Qué tal si se hubiera dado la vuelta a la rotonda para no cruzarse las dos líneas continuas mientras los dos buses inter-urbanos daban vía. Si se hubiera tomado otra calle, otra ruta. Hubiera sido mejor, claro, salir más temprano o más tarde, total cinco minutos mas—en este caso solo un segundo más—.
Aun así, aunque el golpe del motociclista fue inevitable en la parte de atrás del auto, esos pequeños segundos hicieron la diferencia. No hubo un muerto que lamentar y no hubo un asesino a quien culpar. El casco protector no protegió nada y salió tratando de imitar la presteza de un estornino, aunque solitario. La muñeca del brazo fracturada, pequeñas quejas de dolor y mareos de la motocicleta.
¿Cuántas probabilidades hay que todo cambié en un segundo en un día normal?
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