Sept/30/2011
Byron Rostran Argeñal
Me parece vital ser observador en esta vida. Hay niños que desde el mismo instante en vienen al mundo, sus ojos están pendiente a todo a su alrededor y es como si tuvieran capacidad de percibir todo. Eso pasó cuando observaba esta fotografía en una revista de negocios costarricense Summa, era la publicidad de un vino.
Reunidos en un círculo 6 personas muy elegantes (cuatro caballeros y dos damas). No sé si la intención del vino era dar la apariencia de amistad o de clase. Sea cual fuere me ha llamado mucho la atención y sobre todo me ha gustado. Debo admitir que la rubia de la derecha y la trigueña de la izquierda provoca mirarlas constantemente he imaginarse el tipo de vida que podrían tener; con lindas cuervas y largas piernas.
Parecen ser ejecutivos, gente del mundo de los negocios, asistentes de primer nivel, herederos, manager, inversionistas, empresarios con sus amantes, analistas políticos, o simplemente modelos.
Dos de las parejas parecen haber iniciado una conversación, pero la pareja de la derecha no parece haber hecho conexión. La rubia busca algo en el menú o no quiere darle pie al de lentes, y éste parece acosarla con su mirada.
Una gran fotografía sin duda, pero creo que no lograron representar lo que creo que quisieron, aunque aún no sé lo que pretendían ¿atraer? A mí me han atraído. Creo, por sentir que yo podía estar en esa mesa junto a ellos conversando no se que, quizás del caviar, los quesos o tal vez el vino.
A lo mejor al final de ese almuerzo nadie se conocía y cada quien se marchó por su lado. O quizás lograron hacer conexión y tal vez alguno logró llevar a la cama a alguien. O quizás en esos casos, solo se finge conocerse ni más. Pero por lo pronto me digo aun, que tal vez la intención de la publicidad del vino era hacerte sentir parte de una reunión así. Caí en la trampa.
