El Astillero

"Se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias."

-Mario Vargas Llosa-



Nacer

“Dante Pensando” (1887) de Auguste Rodin


Oct/26/2012

Morir en el intento, seguir, permanecer y acaecer. Anonimato total, la frustración por no ver más, sentir que nunca llegarás hasta el final yo sé que hay más.
Impaciencia tengo, demencia lo que me distrae —esperanza, fuerza continua, fe, dolor, amor, nacer—.

Presente siente el latir más fuerte, transformación, igualdad, conocimiento, vida, trascendencia eterna, uniforme, pensamientos, decisiones, sentimientos, desencuentros, realidades, seguridad, encuentro perfecto —esperanza, fuerza continua, fe, dolor, amor, nacer—.

         He vuelto a creer, he vuelto a vivir, he vuelto sentir, he vuelto a nacer y ver de nuevo el sol nacer.

Tercer aniversario: El Astillero


desde hace tres aÑos | 2009-2012
Aniversario: El Astillero


BYRON ROSTRAN ARGEÑAL 19 OCT 2012

Un 19 de octubre de 2009 decidí crear un blog, no tengo la menor idea qué fue lo que me motivó hacerlo. A lo mejor el deseo absurdo de expresarme de otra forma y poder compartirlo con alguien; a lo mejor el leer tanto causa este efecto secundario. O tal vez en lugar de gritar, simplemente prefería escribir. No tenía claro lo que quería hacer pero digamos, “el ánimo”, estaba saltándome. De algo que sí estaba seguro era en el nombre: El Astillero. Sin duda influenciado por la novela del uruguayo Juan Carlos Onetti publicada en 1961.

“Pensaba ofrecerle un puesto en el astillero, una posición tentadora y firme, algo capaz de retener… un cargo y un porvenir que superaran las propuestas…”

Me sentí desde el inicio tentado por los escritos de opinión; también quería tomar nota sobre política —algo no muy honesto que digamos—, literatura, por supuesto y sobre todo, cualquier cosa que pudiera pasar a mí o en el alrededor. Todo lo que leía o miraba era pensado para el blog.

A lo largo de estos tres años me ha sucedido cada cosa que de alguna manera creo que merece tener registro:

Pasé por dos operaciones complicadísimas, hospitalizaciones, tres trabajos, volví a enamorarme y volví a sufrir por amor, fui jefe de todo un personal por primera vez, conocí muchas personalidades nacionales y extranjeras, leí como loco, creo que salí como en un millón de fotografías, me asaltaron, Messi no metió ningún gol en el mundial de futbol, la muerte del rey del pop, volvió a ganar las elecciones el comandante Daniel Ortega, me involucré más en la cultura —por así decirlo—, vi publicados algunos de mis escritos y reseñas en diferentes medios, mi madre se rompió la pierna, aprendí a caminar de nuevo, salí en televisión, mi segunda sobrina empezó a estudiar, un infarto de mi padre, organicé todo un evento musical, vi ángeles, casi me caso, Adriana Dorn representó a Nicaragua en Miss Universo que me pareció muy linda, muchas muertes de amigos, innumerables bodas, por fin le dieron el premio Nóbel a Vargas Llosa, tuve en un tiempo lleno de stress, seguí tocando la batería, compré varias cosas que creí necesarias, regalé otro montón, viví solo, aprendí a ser mas paciente, viajé por todo mi país, me decepcioné más de la gente, entre otras cosas…

El Astillero, de diferentes maneras ha sido una escapatoria de todo este suspiro y desesperación irreal, no es que sea siempre así, pero lo es. Ha sido la manera personal de poder ser honesto, así a secas. He tenido la dicha también de tener colaboraciones de grandes amigos que por falta de tiempo no han podido seguir, pero por lo cual me siento orgulloso de haber podido publicarles algún post.

En muchos momentos el blog se llenó de telarañas y escombros corrosivos, eso, por haberlo abandonado. Casi no escribía o quizás estuve desmotivado. Tener un blog es así como tener una relación, debes cuidarla y cultivarla. Pero tuve que aprender a ser más constante, que aunque siempre estoy tratando de escribir y tengo mucho material en las carpetas amarillas de mi laptop, no siempre quería verlos publicado. A veces el estado de ánimo es ridículo.

Me sorprende ver las estadísticas de algunas entradas, unas con más de 1000 visitas, tomando en cuenta que es un blog personal y no muy completo que digamos, me parece alucinante que lo visiten gente de otros países —44 diferentes países—. Me han escrito hasta de Rusia —en español—, diciéndome que han leído algún artículo que les ha gustado o que algo les llamó la atención. Eso creo que me agrada.

 Espero poder seguir publicando y mejorando, quizás sí, quizás no, quizás un día simplemente no pueda mas lo cierre y ya —mi madre me ha recomendado que recopile todos o los mejores escritos para un libro—. Quizás un día  lo haga o tal vez no sepa qué hacer cuando los tenga todos juntos. O a lo mejor solo tome una lancha y me baje donde me guste.

"El inmóvil movimiento del cielo" de Luis Báez.



Luis Báez, Managua, 1986. Narrador, autor del libro de relatos El patio de los murciélagos (2010).

Ha publicado en medios y revistas como Carátula, revista cultural centroamericana; Revistasoma.net, revista Soul Lotus y Nuevo Amanecer Cultural, entre otros. Cursó estudios de Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes Rodrigo Peñalba, y estudios de Filosofía en la Universidad Centroamericana (UCA), de Managua.

Ha participado en talleres literarios, de guion cinematográfico y de ilustración. Es coordinador del Proyecto Soma y de su Fondo Editorial.

Actualmente presenta su novela por capítulos, puedes leerla y seguirla:  


Volviendo con mi ex

Extracto de "Boda" del pintor
nicaragüense Victor Aguilar.



algo que me contó un amigo | algo que hace una amiga
Volviendo con mi ex

BYRON ROSTRAN ARGEÑAL        08 OCT 2012

Sí, debo admitirlo, es un título muy a comedia romántica, esas que son vistas a masas, donde la historia se basa en la discusión de una pareja o todo lo malo que éstas se han llevado en sus últimos años, entre discusiones y ofensas. Al final se dan cuenta que son el uno para el otro y deciden empezar de nuevo.
La semana pasada hablé con un buen amigo que hasta donde lo dejé, estaba felizmente casado, aparentemente todo estaba a flor de piel con ella, desde que se juraron amor eterno con un “” en el altar, entre fotos y sonrisas. Pero ahora, me decía: <me estoy separando de mi esposa>, argumentaba que ahora ya no era nada compatible con ella, su situación era algo irreconciliable. El hecho es que, ya no estaban juntos, recalcándome <ni loco vuelvo con ella>.
Eso me hizo pensar que en años anteriores yo tuve una relación un tanto enfermiza, donde después de un año de amor, algo murió, se volvió algo así como una relación apegada a los compromisos: volvíamos, terminábamos, creábamos nuevas esperanzas, no sentíamos nada, nacían nuevos intentos, nos jurábamos un nuevo amor, pero ni sabíamos que era esa palabra, (no sabiendo que eso era un estilo de vida y no simplemente una palabra de cuatro letras). Todos esos intentos no eran más que hojas marchitas queriéndose pegar en un árbol. Ida y vuelta, empezar y terminar, un fastidio total. Por supuesto no funcionó y todo se acabó. Aprendí algo muy importante: si algo muere en mi vida, nunca tratar de resucitarlo.
Friedrich Nietzsche dijo alguna vez que: “hay siempre algo de locura en el amor; pero siempre hay algo de razón en la locura” Sin duda alguna el amor es locura total, hay de aquellos que no lo sientan porque de seguro se enfrentarán a un amor prefabricado y absolutamente monótono. Pero aún así, tiene que haber un sentido común. Los que han amado y fracaso alguna vez, me entienden. Los actos nos definen, aunque estemos en un estado de sinestesia.
Mientras le daba vuelta a esa conversación, recordé a una amiga mía, ella recién volvió con su ex por cuarta o quinta vez. Pensar en ella me daba mucha risa y decepción, porque siempre me argumenta cuando le pregunto sobre el tema: <nos estamos dando un tiempo> ó <ya lo nuestro no funciona> ó <somos muy diferentes>, pero ahí estaba volviendo con él. Sin duda ella es alguien que no sabe lo que quiere —creo—, o es alguien que no quiere estar sola, y por temporadas vuelve con su ahora: amor. “Mejor lo viejo conocido, que lo nuevo por conocer.”
Vivir consiste en crear futuros recuerdos, pero a veces no queremos soltar esos recuerdos o peor aún, dejar de vivir en ellos. Esas relaciones que no nos hacen bien, que no nos hacen evolucionar.
El enamorarse es de las cosas buenas que te pasan, porque, ¿qué sentido tiene estar con alguien, si no te cambia la vida?
<Ni loco vuelvo con ella>, me insistía.
Tomar decisiones a veces cuesta, porque uno sabe que van a doler. Pero acaso las mejores decisiones son aquellas en las que nos damos cuenta de las cosas que no nos gustan y no tanto las que nos gustan. O a lo mejor descubriendo lo primero encontramos lo segundo.

Visitas dede Octubre/19/2009

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