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Geoconda Morales
yokols_m@yahoo.es
Abril/14/2011. El día anterior de mi cumpleaños me acerqué al espejo de mi habitación para lavarme la cara y me quedé sorprendida de cuanto he cambiado físicamente (la piel de mi cara, arrugas, y algunas canas). Corrí al otro lado de mi habitación para verme de cuerpo entero y me sentí abrumada por el cambio.
Que fácil vino a mi mente cuando tenía 20 años de edad— sin mucha preocupación de las arrugas, cremas para la piel y mejor aun sin los desdenes de la vida cotidiana—.
Actualmente han pasado veinte años más y con todo el cambio hormonal que estoy sufriendo, he experimentado un proceso de crecimiento y madurez que son cruciales e importantes en mi vida y en mi familia. Y luego pensé: el espejo no engaña, es la fiel imagen de como estoy externamente.
Pero lo más importante de lo que veo en el espejo es que
Yo soy la única responsable de ser la mujer estimada que sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
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