desde hace tres aÑos | 2009-2012
Aniversario: El Astillero
BYRON ROSTRAN ARGEÑAL 19 OCT 2012
Un 19 de
octubre de 2009 decidí crear un blog, no tengo la menor idea qué fue lo que me
motivó hacerlo. A lo mejor el deseo absurdo de expresarme de otra forma y poder
compartirlo con alguien; a lo mejor el leer tanto causa este efecto secundario.
O tal vez en lugar de gritar, simplemente prefería escribir. No tenía claro lo
que quería hacer pero digamos, “el ánimo”,
estaba saltándome. De algo que sí estaba seguro era en el nombre: El Astillero. Sin duda influenciado por
la novela del uruguayo Juan Carlos Onetti publicada en 1961.
“Pensaba ofrecerle un
puesto en el astillero, una posición tentadora y firme, algo capaz de retener…
un cargo y un porvenir que superaran las propuestas…”
Me sentí
desde el inicio tentado por los escritos de opinión; también quería tomar nota
sobre política —algo no muy honesto que digamos—, literatura, por supuesto y
sobre todo, cualquier cosa que pudiera pasar a mí o en el alrededor. Todo lo
que leía o miraba era pensado para el blog.
A lo largo de estos tres años me ha sucedido cada cosa que de
alguna manera creo que merece tener registro:
Pasé por dos
operaciones complicadísimas, hospitalizaciones, tres trabajos, volví a
enamorarme y volví a sufrir por amor, fui jefe de todo un personal por primera
vez, conocí muchas personalidades nacionales y extranjeras, leí como loco, creo
que salí como en un millón de fotografías, me asaltaron, Messi no metió ningún
gol en el mundial de futbol, la muerte del rey del pop, volvió a ganar las
elecciones el comandante Daniel Ortega, me involucré más en la cultura —por así
decirlo—, vi publicados algunos de mis escritos y reseñas en diferentes medios,
mi madre se rompió la pierna, aprendí a caminar de nuevo, salí en televisión,
mi segunda sobrina empezó a estudiar, un infarto de mi padre, organicé todo un
evento musical, vi ángeles, casi me caso, Adriana Dorn representó a Nicaragua
en Miss Universo que me pareció muy linda, muchas muertes de amigos,
innumerables bodas, por fin le dieron el premio Nóbel a Vargas Llosa, tuve en un
tiempo lleno de stress, seguí tocando la batería, compré varias cosas que creí
necesarias, regalé otro montón, viví solo, aprendí a ser mas paciente, viajé
por todo mi país, me decepcioné más de la gente, entre otras cosas…
El Astillero, de diferentes maneras ha sido una escapatoria de
todo este suspiro y desesperación irreal, no es que sea siempre así, pero lo
es. Ha sido la manera personal de poder ser honesto, así a secas. He tenido la
dicha también de tener colaboraciones de grandes amigos que por falta de tiempo
no han podido seguir, pero por lo cual me siento orgulloso de haber podido publicarles
algún post.
En muchos momentos el blog se llenó de telarañas y escombros
corrosivos, eso, por haberlo abandonado. Casi no escribía o quizás estuve
desmotivado. Tener un blog es así como tener una relación, debes cuidarla y
cultivarla. Pero tuve que aprender a ser más constante, que aunque siempre
estoy tratando de escribir y tengo mucho material en las carpetas amarillas de
mi laptop, no siempre quería verlos publicado. A veces el estado de ánimo es ridículo.
Me sorprende ver las estadísticas de algunas entradas, unas con más
de 1000 visitas, tomando en cuenta que es un blog personal y no muy completo
que digamos, me parece alucinante que lo visiten gente de otros países —44 diferentes
países—. Me han escrito hasta de Rusia —en español—, diciéndome que han leído
algún artículo que les ha gustado o que algo les llamó la atención. Eso creo
que me agrada.
Espero poder seguir
publicando y mejorando, quizás sí, quizás no, quizás un día simplemente no
pueda mas lo cierre y ya —mi madre me ha recomendado que recopile todos o los
mejores escritos para un libro—. Quizás un día
lo haga o tal vez no sepa qué hacer cuando los tenga todos juntos. O a
lo mejor solo tome una lancha y me baje donde me guste.